Conoce los cuatro capítulos de los yoga sutra de Patanjali y las ocho ramas del yoga, según estos yoga sutras: la guía básica para saber en qué consiste el yoga
Todos los seres humanos somos seres que piensan, que tienen un razonamiento; pero, como tal, a menudo somos nosotros mismos los que nos ponemos barreras y actuamos como verdaderos enemigos (el ego tiene mucho que ver en esto), ya que vivimos dormidos ignorando el origen de todos esos “males”. La conciencia sobre esos males nos haría entenderlos mucho mejor y poder así cambiarlos.
Por naturaleza, preferimos no sufrir y vivir en alegría. Pero normalmente nos vemos movidos por el ego, más que por lo que realmente queremos, cayendo en prácticas y comportamientos con los que no nos sentimos identificados o poco tienen que ver con lo que somos.
Precisamente los yoga sutras de Patanjali tienen como fin enseñar a la mente a través del yoga, la meditación, la respiración… a pensar de otra manera, sin distraerse ni dejarse llevar por el ego.
Dichos yoga sutras fueron escritos por Patanjali hace más de 2000 años. En concreto, son textos sagrados compilados en una serie de capítulos, en los que se dan una serie de enseñanzas para llevar una vida consciente hasta alcanzar la libertad absoluta, a través de ocho pasos fundamentales o herramientas que satisfacen nuestras necesidades más esenciales.
Pero ¿quién fue Patanjali y que aporte le hizo al yoga? Se le considera el fundador del yoga en la India, pues entendía al ser humano como un ser global. Además, Patanjali examinó las cualidades y funciones de la mente creando los 8 pasos del yoga, es decir, un camino de ocho pasos que cualquier yogui debería seguir para lidiar con las dificultades de la vida, logrando así un estado profundo de paz y armonía.
¿Por qué recurrimos a los yoga sutras?
¿Cuáles son los yoga sutras de Patanjali?
Como he dicho, las enseñanzas de los yoga sutras se compilan en una serie de capítulo; concretamente, los cuatro capítulos de los yoga sutras de Patanjali engloban 196 sutras o euforismos sobre la esencia del yoga. En dichos capítulos se tratan los tipos de sufrimiento que existen y cómo liberarnos de dicho sufrimiento y conseguir ser felices. Estos cuatro capítulos son:
Samadhi pada
Está formado por 51 sutras donde Patanjali define el yoga como el conocimiento que se tiene una vez que la mente está relajada y equilibrada. Controlando nuestra mente podemos manejar otros aspectos determinantes de nuestra vida, es decir, somos dueños de nuestros pensamientos.
Sadhana pada: camino
Formado por 55 sutras en los que Patanjali describe el yoga como un ejercicio para mejorar aquellos aspectos que nos provocan sufrimiento, entre los que destacan tres fundamentales: tapas o disciplina, svadhyaya o autorreflexión e ishvarapranidhana o devoción.
Es en este capítulo donde se empieza a hablar de los 5 primeros pasos del yoga para alcanzar el samadhi: yamas, niyamas, asanas, pranayamas y pratyahara.
Vibhooti pada: resultados a través de la práctica
Contiene 56 sutras. En este capítulo, Patanjali explica los tres últimos pasos del yoga, dharana, dhyana y samadhi., exponiendo las posibilidades y capacidades que se pueden desarrollar para tener una mente tranquila.
Kaivalyapada: la libertad como destino
Consta de 34 sutras en los que Patanjali aclara qué significa en realidad tener una mente tranquila, es decir, qué significa estar en libertad absoluta. Explica que liberarse del ego y del apego y controlar la mente es posible.
¿Cuáles son los 8 pasos de Patanjali?
Según los yoga sutra de Patanjali, el camino de los ocho pasos del yoga o ashtanga yoga engloban diferentes aspectos de la práctica de yoga que se pueden practicar de forma simultánea. De hecho, el camino del yoga es un camino de enseñanzas que puede durar toda la vida.
Ashtanga, en sánscrito, significa “8 miembros” u “8 pasos” que, al contrario que otros estilos de yoga, se caracteriza por seguir de manera ordenada y disciplinada los ocho pasos descritos en los yoga sutras, los cuales también se llevan a cabo en prácticas como hatha yoga, kundalini o Iyengar.
Estos ocho pasos se dividen en prácticas que se trabajan a nivel externo (yamas, niyamas, asanas, pranayama y pratyahara) y prácticas a nivel interno (dharana, dhyana y samadhi).
YAMAS
Tanto los yamas como los niyamas tienen que ver con los valores que nos definen y con el estilo de vida que llevamos. Es decir, los principios morales que nos hacen vivir en paz con los demás y con nosotros mismos. Existen 5 yamas que nos dicen cómo utilizar nuestra energía para relacionarnos con los demás.
Ahymsa: no violencia hacia nosotros mismos y hacia los demás, promulgando la paz. En la práctica física hace referencia a respetar nuestro cuerpo sin forzarlo.
Satya: verdad, honestidad, sinceridad hacia uno mismo y hacia los demás.
Asteya: no robar, no aparentar pretendiendo ser alguien que no somos. Promulga la aceptación de todo tal y como es, incluidos nosotros.
Brahamacharya: no dejarse llevar por los instintos y por las pasiones; no malgastar nuestra energía en fines sin un sentido superior.
Parigraha: es el desapego, la ausencia de posesión.
NIYAMAS
Los niyamas se consideran principios morales que nos ayudan a eliminar nuestros males por medio de una serie de hábitos positivos sin causar ningún mal y siendo felices. Se dividen en 5 y juntos nos hacen tomar conciencia de lo que realmente somos.
Saucha: pureza y limpieza en todos los sentidos.
Santosha: ser felices con lo que tenemos.
Tapas: ponerle dedicación y ganas a todas las cosas que hacemos.
Svadyaya: cultivar el autoconocimiento y la autocomprensión.
Ishvara pranidhana: devoción y agradecimiento hacia un poder superior.
Los siguientes tres pasos son maneras de trabajar a nivel externo tanto el cuerpo como la respiración y los sentidos.
ASANAS
Las asanas son posturas de yoga que hacemos con el cuerpo para adquirir flexibilidad y resistencia, trabajando el equilibrio, la fuerza, la concentración, etc. Encontrando el equilibrio de todo ello nos permite alcanzar también un equilibrio mental y físico. Para pasar a la práctica de asanas es necesario haber trabajado antes en los yamas y los niyamas.
Esencialmente, el término “asana” significa posición del cuerpo con la que sentimos el poder de una fuerza superior dentro de nosotros. Para que este sentimiento no desaparezca, es importante practicar con regularidad y constancia. Esta práctica física es un paso previo para trabajar el pranayama y la meditación (pratyahara), los dos pasos siguientes.
PRANAYAMAS
Prana significa energía vital y respiración y ayama significa extensión, es decir, extensión de la energía vital o consciencia de la respiración. La respiración nos aporta fuerza y concentración para poder hacer las posturas de yoga.
Practicar pranayamas consiste en hacer ejercicios de respiración para regular la energía interna y revitalizarnos. El hecho de coordinar el movimiento y la respiración en las clases de yoga, por ejemplo, también es practicar pranayama. Otra forma de practicarlo es con ejercicios determinados de respiración, como es la respiración ujjayi.
PRATYAHARA
Estos ejercicios previos hacen que se genere y se renueve la energía interna, además de producirnos una relajación profunda. Consigue que, gracias a la concentración y la relajación, entremos en un estado meditativo que nos hace reflexionar a nivel interno, más que prestar atención a los estímulos externos o a nuestro ego.
Para practicar pratyahara, se debe trabajar la atención plena en el momento presente; evadirse de los pensamientos, preocupaciones y emociones que nos distraen del objetivo real de la práctica: conectar con uno mismo.
DHARANA
Quiere decir concentración; la capacidad de mantenerse concentrado en algo durante un tiempo. Para conseguirlo, es necesario practicar a diario. Para poder meditar, es imprescindible estar concentrado, y eso empieza por relajar la mente completamente.
Al principio nos costará más, pero practicando regularmente conseguiremos entrar en una estado de concentración de forma más rápida. Algo que puede ayudarte, sobre todo al principio, es centrarte en la respiración, recitar un mantra o utilizar un objeto (por ejemplo, una vela).
DHYANA
En la fase de meditación, la percepción del tiempo, del espacio y de todo lo que nos rodea cambia. Llegar a un estado de dhyana absoluto significa encontrar la comprensión de todo aquello que nos perturba.
SAMADHI
Es el último paso o conciencia total, donde pierdes la conciencia de ti mismo, tu mente encuentra el equilibrio y te sientes en libertad absoluta, el fin último del camino del yoga.
Se considera que existen dos tipos de samadhi: savikalpa samadhi o estado de trance (cuando una visión o experiencia determinada te viene a la mente y desaparece de repente) y nirvikalpa samadhi, cuando entras en ese trance voluntariamente, sin dificultad alguna.
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