Yin yoga: la práctica complementaria del yang yoga. Aprende cómo hacer las posturas de forma pasiva para aumentar tu flexibilidad, entre otros beneficios

Aunque está claro que el yin yoga y el yang yoga son estilos diferentes, ambos se complementan para alcanzar un objetivo común: purificar, equilibrar y armonizar el cuerpo y la mente. Es decir, conseguir que tu energía interna y la energía externa fluyan libremente.

Amo la luz porque me muestra el camino…

El yin y el yang vienen de la filosofía del taoísmo como representación de la dualidad que existe en todas las cosas. Ambas energías son opuestas y complementarias, es decir, una necesita la existencia de la otra. El yin representa el lado femenino, el lado oscuro y la pasividad. Mientras que el yang es el lado masculino, el lado claro o la luz y la actividad.

Yin yoga

A diferencia de los estilos más dinámicos del yoga (como es el yang yoga), el objetivo del yin yoga no es fortalecer o activar los músculos, sino relajar los tejidos más profundos del cuerpo (tejido conectivo).

La práctica de yin yoga busca recuperar el movimiento natural de la fascia (tejidos conectivos), ligamentos, tendones… Además, incrementa de forma pasiva la flexibilidad corporal y te ayuda a recuperar el arqueamiento natural de tu columna.

Pero también amo la oscuridad porque me muestra las estrellas.

Como la fascia es más rígida, es preciso trabajarla de forma distinta a la de otros tejidos más flexibles (como son los músculos). En este sentido, cuando se ejerce presión de forma prolongada, el tejido conectivo se hidrata, se estira y se fortalece de forma segura.

¿Qué puedo esperar del yin yoga?

El yin yoga, además de ayudarte a ganar flexibilidad de forma pasiva, te llevará a un estado de meditación, pues durante la práctica serás mucho más consciente de tu respiración al tener que mantener durante más tiempo las asanas. Esto hará que entres, a su vez, en un estado de paz y relajación profundo, recuperes la agilidad en determinadas zonas del cuerpo y evites lesiones, ya que poco a poco verás cómo tu movilidad aumenta.

yin yoga posturas para dormir

Al terminar, verás cómo notas tu cuerpo aliviado. Es importante que mientras mantienes determinadas posturas no sientas “dolor”; aunque sí es normal sentirte algo incómodo al mantenerlas durante tanto tiempo. De hecho, puede ocurrir que al comenzar a practicar sientas ambas o no diferencies estas sensaciones muy bien; en ese caso, tolera un poco y antes de que te sientas dolorido deshaz la postura.

Para evitar ponerte nervioso, trata de respirar en las posturas de forma consciente y fluida para que puedas notar los beneficios y el aumento de flexibilidad según van pasando los minutos.

En qué consiste

El yin yoga es una práctica pasiva de posturas o asanas sentados o tumbados (en su gran mayoría). Para conseguir un nivel de estiramiento muy amplio, se mantienen durante más tiempo de lo habitual junto con una respiración lenta y consciente para entrar en una profunda relajación, lo que a su vez resulta en un estado de calma total a todos los niveles.

yin yoga beneficios para el cuerpo

Una práctica de yin yoga se basa en hacer diferentes posturas durante un largo periodo de tiempo, en pranayamas o técnicas de respiración, meditación y relajación. Manteniendo de forma sostenida las posturas se consigue que el propio peso ejerza la presión que he comentado antes, ayudando a trabajar también los chakras o centros energéticos, los nervios y el sistema sanguíneo.

Es importante que desarrolles una conciencia de tu estado físico que te ayude a saber qué necesitas en cada momento y así poder adaptar los ejercicios a tus necesidades (por ejemplo, más meditación o más asanas de yin). No hay dos cuerpos iguales, y tus necesidades pueden variar de un día para otro.

Prepárate para una clase de yin yoga

Como he comentado, es posible que, sobre todo al principio, notes cierto nerviosismo, incomodidad u otras sensaciones físicas o emocionales. No te preocupes, sé consciente de todas ellas y déjalas fluir; si quieres llorar, llora; si te apetece sonreír, sonríe. Permítete que estas emociones fluyan; respira y ve aflojando sin juzgarte.

Te puedo garantizar que al finalizar la clase sentirás un gran alivio. A veces, el yin yoga nos permite “soltar piedras” que llevábamos con nosotros sin darnos cuenta.

yin yoga y yang yoga

Cada vez hay más personas que descubren este tipo de yoga, y es por ese motivo por el que en THECLASSyoga te ofrecemos la oportunidad de probar clases de yin yoga para que lo pruebes in situ u online. Además, es una práctica que puedes complementar perfectamente con otros estilos más movidos el vinyasa. ¡Anímate a probarlo!

¿Cómo es una sesión de yin yoga?

Las sesiones pueden ir desde los 20 minutos hasta los 45 minutos, dependiendo del nivel del practicante. Durante la clase, se mantienen una serie de posturas sentado o acostado durante al menos de 3 a 5 minutos o más, en las que se busca relajar los músculos.

Dado que estarás bastante tiempo en determinadas posturas, es posible que notes más peso en ciertas zonas de tu cuerpo. Algunos consejos que puedo darte son:

  • Si la zona lumbar no llega a tocar el suelo, coloca cojines debajo de las rodillas, de forma que mantengas la separación de las piernas.
  • Coloca un cojín debajo de la cabeza y de los talones, ya que a medida que pasa el tiempo la relajación va siendo cada más profunda y notarás el peso de estas zonas; lo cual puede llegar a ser incómodo.
  • Tápate con una manta para no tener frío.
  • Intenta esforzarte por mantenerte despierto para que poco a poco vayas disfrutando de ese estado intermedio entre la vigilia y el sueño.

¿Cuál es el mejor momento para practicar?

Los mejores momentos son la mañana (nada más levantarte) y por la noche (antes de acostarte). Lo importante es adquirir el hábito de la práctica regular e intentar hacerla siempre a la misma hora.

Hay yoguis que prefieren una sesión larga y otros a los que les gusta más hacer dos cortas. Eso dependerá de tu disponibilidad y del momento que prefieras para hacerla.

Yin yoga. Beneficios

Al contrario de lo que suele pasar con otros estilos de yoga o posturas, los beneficios del yin yoga se perciben desde la primera práctica.

Tiene profundos efectos revitalizantes, calmantes y liberadores. Te recomiendo yin yoga si lo que buscas es relajación, introspección y un agradable y profundo estiramiento corporal. Acostumbrados a estar atentos y activos ante cualquier estímulo, este estilo de yoga es un parón en nuestro día a día para desconectar de lo demás y “conectar contigo”.

Además, es una práctica segura en la aprenderás a respetar los límites de tu cuerpo. Es apto para todo tipo de practicantes, edades, etapas vitales… Especialmente por los siguientes beneficios:

  • Aumenta la flexibilidad de forma pasiva y consciente.
  • Ayuda a relajar el sistema nervioso central.
  • Es una práctica perfecta para complementar con otros tipos de yoga más dinámicos (yang), deportes tipo crossfit o en situaciones de estrés.
  • Relaja tensiones y te hace conectar con el momento presente; se basa hacer el mínimo esfuerzo.
  • Distribuye la energía vital del cuerpo.
  • Mejora la concentración.
  • Aumenta la conciencia sobre tu propio cuerpo.
  • Exploras otros aspectos del yoga tradicional.

En esta clase trabajarás la apertura de caderas y la apertura de pecho. ¡Que la disfrutes!

Una buena forma de unirte a este tipo de práctica también puede ser nuestro programa de yin yoga.

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