El yoga Iyengar, como su propio nombre indica, se basa en lo que Bellur Krishnamachar Iyengar enseñaba, pues siendo joven sufrió diversas enfermedades (gripe, tuberculosis, malaria…).
Hay un concepto básico en el yoga, y es que le permite a uno ser dueño de las circunstancias, en vez de su esclavo – Iyengar.
Con 15 años se inició en el yoga gracias a un familiar suyo, Sri Krishnamacharya, notando grandes mejorías en su salud. Esto le animó a dedicarse a enseñar esta disciplina, creando una nueva modalidad de yoga a la que llamó con su propio nombre, “Iyengar”, para que fuera diferente al resto; aunque se puede considerar que el hatha yoga es su predecesor.
B.K.S. Iyengar en su libro Luz sobre el yoga, en el que habla de este tipo de yoga, ofrece una serie de posturas según la dolencia o problema que se padezca; por ejemplo, para diabetes, acidez o dolor de cabeza.
Su enseñanza se basa principalmente en los yoga sutras de Patanjali que se enfoque en la práctica de posturas de yoga o asanas y de pranayamas o técnicas de respiración, así como en el pratyahara o el control de los sentidos.
Los ocho pasos que Patanjali describió se reflejan en la modalidad de Iyengar. A través del yama (normas morales) y del niyama (de comportamiento o conducta) se llega al dharana o estado de concentración profunda, al samadhi, estado de consciencia suprema, y al dhyana, un estado de meditación superior.
El yoga transforma. Cambia la manera en la que vemos las cosas y a la persona que observa – Iyengar.
La precisión técnica tanto en las posturas como en la respiración y la atención de los sentidos son las claves para integrar cuerpo y mente.
Qué es el yoga Iyengar y en qué consiste
La práctica de Iyengar o practicar Iyengar yoga implica siempre diferentes grupos de posturas: posturas de pie, sentados, flexiones invertidas, extensiones y, finalmente, torsiones.
Este tipo de yoga tiene como objetivo principal alinear correctamente las posturas utilizando determinados soportes o accesorios. Todo aquello que necesites para conseguir una postura correcta y alineada.
Debes mantener cada postura durante 4 o 5 minutos; mientras, el profesor te irá guiando para que consigas alinear correctamente las distintas posturas.
El yoga está hecho exactamente para aquella persona que lo practica – Iyengar.
Lucia Liencres
THE CLASS YOGA
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Quiero destacar algunos aspectos relevantes al respecto:
- Técnica concreta y muy precisa: se busca el alineamiento de pies, caderas, columna vertebral y hombros, consiguiendo así un equilibrio perfecto entre mente y cuerpo.
- Secuencia u orden de las posturas: dependiendo de las variaciones que se hagan de la secuencia, tendrá unos efectos u otros; el orden de asanas no es preciso que sea igual siempre.
- Duración: es el tiempo que debes permanecer en cada asana. Estas modalidad se caracteriza por la ausencia de movimientos y por permanecer durante más tiempo en las posturas.
- Uso de soportes: en ashtanga yoga no se suelen utilizar accesorios o apoyos, mientras que en el yoga Iyengar su uso es esencial para conseguir el correcto alineamiento.
Este tipo de yoga exige que los profesores tengan una formación minuciosa y exigente, además de examinarse para tener el certificado oficial de Iyengar y así ejercer como docente.
En definitiva, el objetivo principal es conseguir alinear el cuerpo. Puede practicarlo todo el mundo, ya sean principiantes, mayores o personas con algún tipo de minusvalía, ya que se ajustan las posturas correctamente y se mantienen durante varios minutos.
Posturas principales de Iyengar yoga
Diez de las posturas más importantes de esta modalidad son las siguientes:
- Postura de la montaña o tadasana: para trabajar el equilibrio.
- Postura del triángulo extendido o utthita trikonasana: alivia los dolores de espalda y aumenta la elasticidad.
- Postura del ángulo lateral extendido o utthita parsvakonasana: ayuda a tonificar las piernas.
- Postura del guerrero I o virabhadrasana I: mejora la capacidad pulmonar.
- Postura del guerrero II o virabhadrasana II: para ganar fuerza en las piernas.
- Postura de la pirámide o pasvottanasana: ayuda a relajar el abdomen y las piernas.
- Postura del estiramiento intenso con las piernas extendidas o prasarita padottanasana: fortalece los abductores.
- Postura del camello o ustranasana: trabaja la fuerza en los hombros mejorando la postura corporal.
- Postura de los pulgares o padangusthasana: sirve para trabajar los abdominales.
- Postura de las manos a los pies o padahastasana: ayudar a ganar flexibilidad en los isquiotibiales.
Iyengar yoga para principiantes
El yoga Iyengar, además de estar basado en la exactitud y la precisión, intenta adaptar de forma segura las posturas a las necesidades de las personas que lo practican. Y ¿cómo adaptarlas? Aquí te dejo algunos consejos para principiantes:
- Sobre todo al principio, haz uso de soportes y accesorios para ayudarte.
- No te fuerces ni te enfoques solo en el resultado: disfruta del camino.
- Pide a alguien que te ayude; juntos podéis corregiros mutuamente.
Es el único método de yoga capaz de integrar en un mismo estilo la enseñanza para embarazadas, principiantes, personas poco flexibles… Es por ello que se considera un estilo similar o dentro del yoga integral.
Gracias a este esquema, puedes ir encontrando de forma progresiva tu propio potencial corporal, mental y espiritual a través del propio autoconocimiento. El yoga Iyengar es apto en cualquier momento de la vida y, al igual que en otros estilos de yoga, aporta una serie de beneficios en muchos aspectos físicos y psicológicos.
Por eso, para empezar a practicar este u otro tipo de yoga te dejo mi propio consejo:
PONTE A PRACTICAR
Empieza por donde quieras, pero empieza. Recuerda que cuando uno quiere, saca tiempo; cuando no, saca excusas. Y para que te resulta más fácil sacar tiempo que excusas, aquí te dejo algunos consejos:
- Acepta que tu cuerpo será un palito los primeros días, semanas o meses. No importa el tiempo; ¡lo importante es que poco a poco eso irá cambiando sin que te des cuenta! Y, si aun así no te convences, piensa que de no hacerlo seguirás siendo un palito para siempre 🙂
- Deshazte del miedo a fracasar, a no hacerlo bien, a que te juzguen… La única persona que lo hará será tu propio ego.
- Deja de lado las tareas improductivas: la prioridad la pones tú. Todos los días tienen 24h, ni una más ni una menos. Tú eliges qué hacer con ellas.
- Crea tu propio espacio en casa: tener un sitio reservado para ello hará que cuando estés practicando te crees un aura de concentración y de relajación. Un momento exclusivo para ti (y para quien hayas logrado convencer para que practique contigo).
- Cómprate una esterilla o mat: tener el material y gastarte dinero en ello hará que tengas la motivación suficiente para empezar.
- Planifícate: apunta en el planning semanal cuántos días practicarás y cuánto tiempo. No te fustigues si no lo consigues, pero tampoco adoptes como lema el “lo importante es la intención” porque “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Y más si se trata de tu propia salud.
- Si este es el primer tipo de yoga del que oyes hablar, adelante: empieza por yoga integral. Lo bueno de combinar diferentes técnicas, como he comentado, te servirá quizás para darte cuenta cuáles conectan más contigo y cuáles menos. Si te gustan más unas asanas u otras (esto influirá en el estilo de yoga que probablemente encaje más contigo), etc.
Beneficios del yoga Iyengar
Poco a poco y con una práctica regular y constante, al igual que he comentado en otros post, empezarás a ver los beneficios de las asanas, sobre todo a nivel físico y mental:
- Mejora la postura corporal.
- Tonifica el cuerpo.
- Aumenta la flexibilidad.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Calma los dolores de espalda.
Si todos practicásemos yoga, los hospitales y farmacias cerrarían.
Lucia Liencres
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